Es conocida la posición de influencia del periodismo en nuestras sociedades, así como su reconocimiento popular como “Cuarto Poder”. Evidentemente, el poder no disminuye en esta nueva modalidad de comunicación, en lugar de ello, los medios llegan a tener un grado de credibilidad aún mayor, que influencia de una forma directa la opinión pública. Esto, unido al poder de inmediatez que poseen las redes sociales, generan una plataforma ideal para distribuir información falsa o tergiversada.
Especialmente, en España, por ejemplo, que es un país donde el periodismo está íntimamente ligado con la política. Esta influencia en redes, puede provocar que se nivele la balanza o se difunda información que sirva para coaccionar, más o menos implícitamente, ciertos resultados.
Esto sucede porque los contenidos que se publican son verosímiles, aunque no precisos a la realidad, siendo este el factor más perjudicial de ellos.
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