Uno de los factores más importantes de las mentiras en las redes sociales es su viralización. Esto, evidentemente, crea una visibilidad en la red de la cuenta responsable, que interesa a ciertas empresas por el alcance publicitario que puedan conseguir. Por lo tanto, siempre hay quién paga por esta “visibilidad”.
Es decir: el culto a la “No verdad” genera un mercado conocido como “El negocio de las mentiras”. Esto no solo dificulta la labor periodística, que se debe (por definición), a la verdad y honestidad. Si no que debe considerarse como una labor directamente contraria y enemiga, que el periodismo debe señalar y criticar duramente para preservar la legitimidad de la información ofrecida a la opinión pública alcanzada en las redes.
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